Nosotros

VISIÓN

“Al 2025 somos una comunidad coeducativa que trasciende por su liderazgo Ignaciano, capaz de responder de manera integral a las necesidades y exigencias de los tiempos actuales, en correspondencia con las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús.”

 

MISIÓN

“El Colegio Cristo Rey es una comunidad educativa católica que, inspirado y fundamentado en la espiritualidad y pedagogía Ignaciana, forma mujeres y hombres íntegros, capaces de amar a Dios, a la naturaleza y servir a los demás construyendo una sociedad dialogante, abierta a la diversidad y cimentada en la fe y la justicia.”

 

El Colegio “Cristo Rey” fue fundado en el año de 1962, por la “Compañía de Jesús”, quien encarga al Padre Fred Green, S.J. responder a las necesidades de la comunidad tacneña, creando un colegio católico para varones, a la luz del evangelio, imbuido por el espíritu del Concilio Vaticano II y con fidelidad a los Principios de la Educación Ignaciana. Oficialmente se aprueba su creación según R.M. N°18373 de fecha 10-10-1962, que autoriza el funcionamiento con el primer ciclo de educación primaria.

El primer local de funcionamiento fue el Salón Parroquial de la Parroquia de San Pedro Apóstol, obra encargada a la Compañía de Jesús desde 1959; el segundo local estuvo ubicado en la calle Arica, a la altura del Colegio Santa Ana. Finalmente, el 31 de julio de 1965, el colegio se traslada a los ambientes donde funciona actualmente. En una significativa ceremonia se inauguraron doce aulas de primaria, el edificio de administración, el convento y la capilla.

Cristo Rey nace en simultáneo con el Concilio Vaticano II, cuando la Iglesia iniciaba una etapa de renovación y cambio. De ahí que el colegio da una merecida importancia a la estrecha colaboración entre escuela y hogar, reconociéndose la corresponsabilidad del maestro laico en la misión y su integración en comunidad con los religiosos. Los documentos del Concilio no titubean en denunciar las injusticias y desigualdades del mundo moderno y proponen una vida basada en los principios del Evangelio, por esta razón, Cristo Rey procura formar en sus jóvenes, una Fe que los comprometa en la búsqueda de la justicia. En este contexto, en 1974, se propone a los estudiantes el lema “Ser hombres para los demás”, lema que nace de la preocupación constante por preparar cristianos comprometidos con una fe que los impulse a buscar a Cristo en el servicio a los demás, a ser agentes de cambio hacia una sociedad más justa, libre y fraterna.

En 1962 el colegio abre sus puertas a 46 alumnos distribuidos en los primeros grados de primaria, completando progresivamente todos los grados de este nivel en 1966. Es en 1967 que se inicia la secundaria, en la modalidad de Secundaria Común, egresando la primera promoción en el año 1971. El colegio tuvo dos secciones en cada uno de los seis grados de primaria y una en cada grado de secundaria hasta 1992. En el año 1993 Primero de Secundaria incrementa un aula sucediendo lo propio en toda la secundaria hasta 1997. Es en este proceso de cambio, que se vio la necesidad de atender a los niños de cinco años, evaluándose la posibilidad de la coeducación. Se construyeron las aulas para Inicial de cinco años, inaugurándolas en 1995. Desde ese año la población escolar del colegio está conformada por 800 alumnos aproximadamente.

Como colegio de la Compañía de Jesús, el Cristo Rey es partícipe de los más de cuatrocientos años de tradición educativa jesuita, la búsqueda de la formación de un hombre equilibrado, que se educa no para ganar más o tener más, sino para servir más; ha sido la tarea desde el principio. Para lograrlo ha sido imprescindible el acompañamiento permanente de los alumnos y sus familias. En este sentido, desde 1967, el colegio le ha dado un papel trascendental al Tutor, consejero y amigo que acompaña a los alumnos en las actividades extracurriculares, visita los hogares en cada semestre, sale de campamento con sus alumnos, guía el aprendizaje en general y entrega a los padres de familia un informe anual que les ayude y oriente en la formación de sus hijos.

Lograr una madurez intelectual en los alumnos inculcando valores y enseñándoles a pensar por sí solos, ha dado frutos de realce nacional, tal es el caso del Premio Nacional en la Feria de Ciencia y Tecnología obtenido en 1997, con el proyecto “Utilización, obtención y aplicaciones del colorante a partir del Airampo”, de los alumnos Braddy Fernández Córdova y Luis Adawi Angüis y en 2006 en la XI Olimpíada Nacional de Química, organizada por la Pontificia Universidad Católica del Perú y la Sociedad Química del Perú, obtuvimos el Primer Puesto, con el alumno Cristhian Luis Cañari Chumpitaz, en el nivel Intermedio, ambos logros bajo el asesoramiento de las profesoras Luisa Koc Vargas y Miriam Pérez de Eyzaguirre. En octubre del 2014, el proyecto “Tecnología y utilización de la estroma de la piel de la pota (dosidicus gigas)” logra la medalla de oro en la Feria de Ciencias e Ingenierías en México, proyecto elaborado por los alumnos Stefan Valencia Chavcez y Emmanuel Curriel Huachhuaco, bajo el asesoramiento del profesor Máximo Mamani Campos. Gracias a este último proyecto, en el 2015 son invitados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación Tecnológica al Congreso de la República en Lima, a recibir el reconocimiento como “Talento Peruano 2015”.

Desde el 2006, junto a los colegios de la Asociación de Colegios Jesuitas del Perú (ACSIP), participamos en el diseño, validación e implementación del Currículo Común Ignaciano, que busca, a la luz de las Características de la Educación Jesuita (1986) y el Paradigma Pedagógico Ignaciano (1993), la formación integral de las personas en sus dimensiones corporal, cognitiva, espiritual, comunicativa, afectiva, social, ética y estética.

En enero de 1971, se da inicio al Mes de Misión, con el fin de que los jóvenes tengan una experiencia personal y organizada de contacto con los pobres y de servicio a los más necesitados. Los alumnos de la primera y segunda promoción viajan al Callejón de Huaylas, llevando música, humor y corazón. Visitan Recuay, Huaraz, Carhuaz y otros pueblos de la región, entreteniendo y alentando a los damnificados del sismo que azotó la zona en 1970. Esta labor de amor, se llevó a cabo con entusiasmo y alegría, a pesar de las lluvias torrenciales y el áspero frío de la sierra; se logró despertar el optimismo en los pobladores y el deseo de seguir luchando.

Desde ese año, durante los veranos siguientes, los alumnos que culminan el tercer año de secundaria, siguen la huella de sus compañeros mayores y realizan el Mes de Misión, sin duda es la obra más notoria del Colegio Cristo Rey en la comunidad tacneña. Durante casi cuarenta años de labor social se ha dejado huella en prácticamente toda la región: postas médicas, escuelitas de educación inicial, comedores populares, parques y jardines, canales de regadío, construcción de casas, etc., acompañados siempre por una labor de evangelización, mediante la catequesis para los niños del lugar y apoyo con nivelación escolar. Estos han sido los signos que han marcado la presencia de la formación social en nuestros estudiantes. La labor de formación en el servicio la lideran los tutores de aula, quienes durante el año escolar diseñan actividades que inician a los alumnos en esta loable opción.

Una de las obras sociales que destaca por su origen, trascendencia y continuidad, es el hoy, Centro Cristo Rey del Niño y Adolescente, que en 1986 surge como trabajo social de los estudiantes de la promoción “San Ignacio de Loyola 1989”, en Segundo de Secundaria, liderados por su tutor Jeffrey D. Thielman, joven norteamericano del Programa de Voluntarios de Boston College, con el apoyo decidido de los padres de familia de la promoción Loyola 1989, profesores y voluntarios del colegio, algunas autoridades y personalidades de la comunidad tacneña, acompañaron y organizaron a los niños lustrabotas, lavacarros y canillitas de la ciudad, brindándoles recreación, complementación académica y alimentaria. Al principio la atención fue cada sábado y luego diaria. Hasta finales del año 1988 funcionó en el local de la avenida Bolognesi, casa cedida en préstamo por la familia García Herrera, integrante de la promoción Loyola 1989, y en el actual local desde diciembre de 1988, bajo el nombre de Centro Cristo Rey del Niño Trabajador. Actualmente, es una obra de la Compañía de Jesús y funciona con el nombre de Centro Cristo Rey del Niño y Adolescente.

Desde su fundación nuestro colegio ha tenido seis directores. El Profesor Manuel Franco Alvarado fue el primero que desempeñó el cargo desde la fundación hasta diciembre de 1963. Le sucedió el fundador del colegio, el Padre Fred Green Fernández S.J. quien consolidó y guió el colegio hasta sus Bodas de Plata en diciembre de 1987, con una breve interrupción por su año sabático durante 1981, año en que asumió la dirección el Padre Adolfo Franco Pomares S.J. Desde diciembre de 1987 hasta marzo de 1994 dirigió el Colegio el Padre Juan Foley Purcell S.J., en su gestión se consolidó el Centro Cristo Rey del Niño y Adolescente como una obra independiente del Colegio. El quinto director fue el Profesor José Fernando Kong Vargas, quien luego de ser profesor, tutor y director de formación en el colegio, se desempeñó como director desde marzo de 1994 hasta diciembre del 2004, fecha desde la que el Padre Francisco de la Aldea López S.J., luego de liderar la Parroquia de San Pedro Apóstol (Vicaría), asumió la dirección hasta 13 de mayo del 2012. A partir del segundo bimestre de ese mismo año, el Padre Nino Vásquez Carranza SJ, con la experiencia de haber conducido el Colegio San José de Arequipa, asume la dirección de nuestro Colegio con el compromiso de servir con un trato horizontal, cercano y sencillo para enfrentar juntos el reto de seguir formando “Hombres para y con los demás”. Desde agosto de 2018 asume la dirección el Padre Javier Quirós Piñeyro, con la experiencia de haber conducido los colegios San José de Arequipa y De la Inmaculada de Lima, quien, con su presencia sencilla, pero firme y segura y con una gran visión, guió al colegio en los momentos más difíciles de esta pandemia y supo encaminarlo siempre a la solidaridad y al servicio a los demás. A partir de febrero del 2021, el Padre Eddy Fernández Ladera, asume la actual dirección con la experiencia de haber ejercido la dirección general de la Red “Fe y Alegría” N° 44 de Quispicanchis – Cusco, con el firme compromiso de propiciar el retorno a clases en la modalidad Semipresencialidad y posteriormente fortalecer, hoy en día, la modalidad Presencial en las clases en nuestro colegio.

GALERÍA DE DIRECTORES CRISTO REY